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En fin, el caso es que no se porque, al ver la imagen recordé a Acebes diciendo, sin rubor en las mejillas, que el Estatuto catalán abre la puerta a la poligamia. Será por eso del sexo anal, vaya usted a saber. La sodomía es eso que se practica en la intimidad y que cuando se hace pública se convierte en un insulto, vamos como el catalán en casa de Aznar. Digo yo que para ser políticamente correctos deberían haber dicho que: abre las puertas a la poligamia, (pluralidad de mujeres) y a la poliandria, (pluralidad maridos). Pero ya se sabe que en el PP los valores de la España católica perduran inalterables así que solo se contempla la posibilidad del harén femenino.
Seguidamente y en el mismo periódico, leo que, con gran alegría, los observadores económicos apuntan una desaceleración del precio de la vivienda. “Sólo” un 8%, dicen. O sea, ocho veces más de lo que aumentará el sueldo de la mayoría de nosotros. Por cierto, en letra pequeña dicen que el Euribor (índice con que se miden la mayoría de nuestras hipotecas) subirá también un 8%. Así que no se si al final tendremos una subida de un 16% pero poco faltará.
Como dicen que dos casualidades hacen un indicio, me planteo como se puede relacionar una orgía en Viena y una hipoteca en el Raval y de repente veo la luz. Los chicos del PP han encontrado la solución a la vivienda y la preocupante descapitalización de los núcleos familiares. Si con dos sueldos no llegamos, tendrán que ser tres. Si el estatuto se aprueba, cosa que se hará, aunque al final en lugar de nación ponga barriada y la financiación quede más o menos como está, tenemos una vía de escape a la pobreza. Uniones múltiples. Claro que también gastaremos más, pero ya se saben que donde comen dos comen tres, incluso si hablamos de sexo oral. Yo creo que con tres sueldos podríamos permitirnos salir al campo, de vez en cuando, e incluso plantearnos tener descendencia. Entre tres será más fácil “conciliar” el horario laboral con el familiar o como mínimo pagar la guardería. Así que señores del tripartito, cedan las competencias que hagan falta pero, por favor, dejen como está el tema de las uniones conyugales. Mi mujer y yo estamos ahora discutiendo si ha de ser hombre o mujer el tercer componente. Los argumentos para que sea un hombre son sólidos: su sueldo será probablemente mejor, y no hay posibilidad de partos múltiples. Pero yo insito en que dos hombres juntos puede hacer aumentar el caos y la suciedad en nuestro hogar. En fin, al final, mientras traiga dinero a casa y vaya limpio que me echen lo que sea.